En
un tiempo no muy lejano, en pleno auge de los caballeros, un reconocido noble
creyó tener una desgracia; así como creyó tenerla, también creyó haberla
solucionado.
Este noble caballero, Lord Bonachón, ganó
varias batallas desde su nombramiento, pasando de ser comisario de hermosa
aldea llamada “La Célula” hasta, conseguir su más preciado anhelo, llegar a ser
miembro de la corte real; y como miembro de la corte consiguió ser nombrado
como gobernador de culto.
Lord
Bonachón, una gran persona, honrada y respetada por todos, un gran guerrero,
que logró múltiples victorias, un gran
consejero, que logró conseguir un lugar de privilegio en la corte real, un día
se encontró con un cuadro muy triste. Después de una jornada saturada de actividades, Bonachón despertó, un frío espectral recorrió su cuerpo, se encontraba raro, no
tenía fuerzas ni siquiera para enderezarse de su cama; como con un acto reflejo
giró la cabeza y miró a su derecha, donde dejaba su espada, y observó que esta
se encontraba desafilada y maltratada. Con mucho esfuerzo logró enderezarse, y
cuando pudo mantenerse en pie una desoladora tristeza invadió su corazón,
incrédulo de lo que veía busco un espejo, después de ver su reflejo la tristeza
se convirtió en amargura. La armadura que durante tanto tiempo fue símbolo de
respeto ahora se encontraba oxidada, parecía que apenas podía mantenerse una
parte sujeta con la otra, el brillo y los detalles que la destacaban de las
demás armaduras casi eran imperceptibles. En la soledad de su habitación pensó
en un momento en quitársela y repararla, también pensó en devolverle el filo a
su espada, pero de inmediato recordó que a la hora siguiente tenía una
importante reunión en la corte real, tomando su espada la enfundó y de esa
manera cubrir lo maltratada que estaba, tomó una capa color púrpura y cubrió su armadura, se presento en la
corte con una sonrisa cubrió su
tristeza; dentro de sí surgió la idea de cuando volviera solucionar su estado,
pero paso un día y dos, y las actividades los volvieron a abrumar, y de esa
manera pasaron los meses y los años, nunca tuvo tiempo de solucionar su estado.
Un
día, en una noche tormentosa y fría, sus enemigos arremetieron contra él,
volteándolo rápidamente de su caballo lo rodearon, intentando esquivar los
ataques su agilidad lo traicionó, el oxido de su armadura le impidió moverse,
recibió golpes mortales, pero su armadura no logró defenderlo, desenvainando su
espada intentó un ataque, pero esta ya no producía daño alguno, se encontraba
sin filo y hasta parecía atorada en le vaina por el oxido. Al día siguiente un
comerciante que iba de paso lo vio tendido a la orilla del camino, bajó de
inmediato de su carreta para socorrerlo, pero este yacía muerto, con ayuda de
un criado lo subieron a la carreta y lo llevaron a la ciudad real, nadie podía
creer que Lord Bonachón estaba muerto, pero lo que mas le costo creer era el
estado deplorable que se encontraba su armadura y su espada.
Esta
triste historia la vemos a diario en cientos de líderes y miembros en las congregaciones,
un buen día se dan cuanta que su estado espiritual no es el adecuado, Dios
permite por medio del Espíritu Santo que se puedan ver como por un espejo, la
angustia invade su corazón, pero lamentablemente piensan que es mas importante
cumplir con la obra de Dios que poder ser la persona de Dios. Días tras día
surge el pensamiento de solucionarlo, pero cubrir es más rápido que solucionar,
la idea de que al andar sin su armadura lo hará perder el respeto que los demás
le tienen se convierte en su trampa mortal, pero el no tener su espada en
condiciones se volvió su tragedia. Cuando lo ven por ahí, la gente no puede
creer que ese que parecía ser la encarnación de Samuel ahora está apartado o
peor aun, que se encuentre fuera de la gracia de Dios. Y en esa persona lo
único que queda de Dios es un simple recuerdo, como alguna que otra competencia
ganada en su época estudiantil, ahora no es mas que pasado.
La
pregunta que nos surge en esos momentos es un simple ¿por qué? ó ¿qué sucedió?
pero la verdad es que nadie conoce las razones, solo hay suposiciones de lo
sucedido. Lo importante ahora es que Lord Bonachón ya no se encuentra entre
nosotros, toda una vida de triunfos ahora se encuentra arrasada por la
tragedia, pero esa tragedia comenzó cuando se aparto de las sendas antiguas.